jueves, 18 de octubre de 2018

cuentos que no son cuentos

cenicienta:
Érase una vez un hombre bueno que tuvo la desgracia de quedar viudo al poco tiempo de haberse casado. Años después conoció a una mujer muy mala y arrogante, pero que pese a eso, logró enamorarle.

Ambos se casaron y se fueron a vivir con sus hijas. La mujer tenía dos hijas tan arrogantes como ella, mientras que el hombre tenía una única hija dulce, buena y hermosa como ninguna otra. Desde el principio las dos hermanas y la madrastra hicieron la vida imposible a la muchacha se burlaba de ella incluso en redes . Le obligaban a llevar viejas y sucias ropas y a hacer todas las tareas de la casa. La pobre se pasaba el día barriendo el suelo, fregando los cacharros y haciendo las camas, y por si esto no fuese poco, hasta cuando descansaba sobre las cenizas de la chimenea se burlaban de ella.

- ¡Cenicienta! ¡Cenicienta! ¡Mírala, otra vez va llena de cenizas!

Pero a pesar de todo ella nunca se quejaba.

Un día oyó a sus hermanas decir que iban a acudir al baile que daba el hijo del Rey. A Cenicienta le apeteció mucho ir, pero sabía que no estaba hecho para una muchacha como ella.

Planchó los vestidos de sus hermanas, las ayudó a vestirse y peinarse y las despidió con tristeza. Cuando estuvo sola rompió a llorar de pena por no poder ir al baile. Entonces, apareció su hada madrina:

- ¿Qué ocurre Cenicienta? ¿Por qué lloras de esa manera?

- Porque me gustaría ir al baile como mis hermanas, pero no tengo forma.

- Mmmm… creo que puedo solucionarlo, dijo esbozando una amplia sonrisa.

Cenicienta recorrió la casa en busca de lo que le pidió su madrina: una llanta , seis latas , una silla de cuero  y seis metales. Con un cambio  de su tablet magica los convirtió en un magnífico uber color oro rosa, un gentil conductor .
- ¡Ah sí, se me olvidaba! - dijo el hada madrina.

Y  Con un cambio de  su tablet magica convirtió sus harapos en un magnífico vestido de tisú de oro y plata y cubrió sus pies con unos delicados zapatitos de cristal.

- Sólo una cosa más Cenicienta. Recuerda que el hechizo se romperá a las doce de la noche, por lo que debes volver antes pero en bus ya uber no estara en servicio .

Cuando Cenicienta llegó al palacio se hizo un enorme silencio. Todos admiraban su belleza mientras se preguntaban quién era esa hermosa princesa. El príncipe no tardó en sacarla a bailar y desde el instante mismo en que pudo contemplar su belleza de cerca, no pudo dejarla de admirar.

A Cenicienta le ocurría lo mismo y estaba tan a gusto que no se dio cuenta de que estaban dando las doce. Se levantó y salió corriendo de palacio. El príncipe, preocupado, salió corriendo también aunque no pudo alcanzarla. Tan sólo el celular de cenicienta con su foto , que la joven perdió mientras corría.

CenicientaDías después llegó a casa de Cenicienta un hombre desde palacio con el celular de cenicienta . asi que miro si era de alguna de las hermanastras, y aunque hicieron toda clase de esfuerzos, no lograron conseguir la clave . Cuando llegó el turno de Cenicienta se echaron a reír, y hasta dijeron   de ninguna forma podía ser ella la princesa que buscaban. Pero Cenicienta si coloco la clave correcta .

De modo que Cenicienta y el príncipe se casaron y fueron muy felices y la joven volvió a demostrar su bondad perdonando a sus hermanastras y casándolas con dos señores de la corte.
autor :charles perrault
fuente : http://www.cuentoscortos.com+


blancanieves y los 7 enanitos

Blancanieves era una bella niña que tenía grandes sentimientos. Siendo aún muy pequeña su madre murió y, tiempo después, su padre volvió a rehacer su vida al lado de otra mujer. La madrasta de Blancanieves era una terrible mujer y la envidiaba muchísimo a causa de su belleza. La madrasta de Blancanieves poseía un celular mágico que era capaz de decirle quien era la mujer más guapa del reino. Ella siempre muy confiada le decía:
– Ohhh celular  mágico, ¿podrías decirme tu quién es la más guapa?
– Eres tú mi señora, la más bella de todas – el celular respondía ante la petición de su ama.
Hubo una ocasión en que la respuesta del celular  no fue la que ella acostumbraba a escuchar sino que en su lugar dijo:
– Mi señora eres tú muy guapa pero, siento decirle que hoy Blancanieves es más guapa.
Al escuchar aquella respuesta la mujer enfureció muchísimo pues no entendía que Blancanieves fuese la más hermosa. Debido a esto reunió a todos sus sirvientes con prisa y les dijo:
– Hace unos instantes el celular  mágico me ha revelado que ahora Blancanieves es más guapa que yo. Es por esto que les ordeno que la capturen, la lleven al bosque y la maten, y para estar segura de que cumplieron la orden, me traen en una caja su corazón.
Todos los sirvientes, ante tal orden, fueron en busca de la joven y al encontrarla le propusieron ir a dar un paseo por el bosque. Mientras daban el paseo, todos los empleados iban comentando que no podían hacer eso porque la pequeña Blancanieves era muy buena y noble y no se merecía ese castigo.
Cuento Disney: Blancanieves y los 7 enanitosDespués de un rato caminando llegaron a las profundidades del bosque, y ahí todos los sirvientes le contaron que su madrastra los había enviado a matarla pero que ellos no podía hacer eso, la dejaron ahí y le pidieron que huyera. En su lugar, le llevaron a la madrastra un corazón de un jabalí para que no sospechara.
La pobre muchacha empezó a caminar por el bosque hasta que encontró una pequeña casita y entró. En el interior todo era muy pequeño, había una mesa muy chiquitica, 7 sillitas y 7 camitas. La pobre Blancanieves tenía mucha hambre y estaba un poco cansada así que se comió todo lo que había en los siete platitos y después se acostó sobre las siete camitas.
Esta pequeña casita que Blancanieves había invadido tenía dueños, y no eran nada más y nada menos que siete enanitos. Al llegar estos a la casa se percataron como la niña dormía tan placenteramente sobre sus camas. Uno de los presentes al verla dijo:
– ¡Nunca había visto tanta belleza! Vean que linda es.
– Si es muy bella – respondió otro de los enanos – Podría quedarse a vivir con nosotros.
Y así sucedieron las cosas, al despertar ella les contó todo lo que había sucedido y las terribles cosas que su madrastra pretendía. Al terminar le pidieron que se quedara con ellos y ella accedió muy contenta.
La madrasta no se daba por vencida y seguía preguntándole a su celular  que quien era la más guapa de todas, y el celular como no podía mentir, respondía una y otra vez:
– Mi señora eres tú muy guapa pero, siento decirle que hoy Blancanieves es más guapa.
La madrastra muy enfadada decía – esto no puede ser, ella está muerta, yo vi su corazón.
El celular ante tal exclamación le dijo a su señora:
– Siento decirle que fue engañada, ella no está muerte, sino que vive aún, y está en una pequeña casa en el bosque junto a siete enanitos.
La madrastra muy enfadad, al descubrir que había sido engañada y que la joven aún vivía, se disfrazó de vieja y se dirigió en uber  hacia donde estaba la pequeña. Para poder acabar de una vez con ella, llevaba una cesta con audifonos que estaban envenenados. Al llegar a la casa tocó a la puerta y Blancanieves dijo:
– ¿Quién llama a la puerta? – dijo Blancanieves.
– Mi niña, soy una anciana muy pobre y he venido a traerte unos audifonos – respondió la malvada madrastra.
Al escuchar esas palabras, Blancanieves abrió la puerta y al ver los hermosos audifonos no pudo resistirse. Tomó uno y de  inmediatamente cayó muerta. La terrible mujer se marchaba riendo mucho y muy alegre de que por fin había logrado acabar con Blancanieves y ser ella la más hermosa de todas.
Los enanitos, al llegar a la casa se encontraron a Blancanieves tendida en el suelo y ellos muy entristecidos empezaron a llorar. Los enanitos muy apenados construyeron una caja de cristal en la que pusieron a Blancanieves y la trasladaron al bosque. Mientras estaban allí, el príncipe pasó y se quedó maravillado con la belleza de Blancanieves y sintió mucho la tristeza de los enanitos. Fue entonces cuando decidió abrir la caja y besar a Blancanieves, que despertó.

¡Qué alegría tenían todos los enanos cuando vieron que Blancanieves estaba viva, no paraban de saltar de la emoción! Después de esto el príncipe se casó con Blancanieves y ellos junto a los siete enanitos vivieron juntos en el palacio.
fuente :https://www.chiquipedia.com
autores : jacob grimm y winthrop ames 

aladino 
La leyenda de Aladino comienza en el Lejano Oriente, hace muchos años atrás. En la plaza de una ciudad, un muchacho menudo se la pasaba todo el día buscando comida para él y para su madre. Cierta tarde, se le acercó un señor de aspecto sobrio y traje elegante:
“Aladino. Aunque no me reconozcas, yo soy tu tío. Todos estos años me encontraba navegando por los mares y he llegado a acumular una gran riqueza, ahora quiero ayudarte a ti y a tu madre. Ven conmigo”.
Dicho aquello, el misterioso señor salió caminando hacia las afueras de la ciudad, y Aladino decidió seguirlo por curiosidad, pero también por todas las cosas buenas que le habían prometido. Cuando llevaban un buen rato caminando, el muchacho se percató de que su supuesto tío lo había llevado hacia un lugar apartado del desierto desde donde no se divisaban los edificios de la ciudad.
Tras permanecer un tiempo en silencio, el misterioso señor pronunció unas palabras extrañas alzando los brazos, y de repente, la arena comenzó a abrirse para dar paso a un estrecho, pero oscuro agujero. Aladino, sorprendido, no hacía otra cosa que mirar con los ojos bien abiertos todo lo que estaba sucediendo.
“Querido sobrino, como puedes ver, ese agujero es muy estrecho y yo apenas puedo entrar. En cambio, tú si puedes hacerlo, así que ayúdame y busca en su interior una vieja lámpara de aceite. Anda, tráemela”
Aladino escuchó con desconfianza aquellas palabras, pero con tal de recibir la ayuda que le prometían, se adentró sin pensarlo en el agujero hasta descubrir un estrecho y oscuro pasadizo. Luego de caminar por unos minutos, el joven arribó a una cueva subterránea repleta de joyas, piedras preciosas y todo el oro del mundo que jamás hubiese sido capaz de imaginar. Al fondo de la cueva, se encontraba la lámpara de aceite que su tío le había pedido.
Aladino
Con gran agilidad, Aladino saltó entre los cofres de joyas y agarró la lámpara, pero en ese momento, sintió que el suelo temblaba bajo sus pies. El lugar parecía que iba a derrumbarse de un momento a otro, así que el muchacho se dispuso a marcharse antes de que fuera demasiado tarde. Una vez en la entrada nuevamente, el señor de traje elegante le aguardaba:
“Dame la lámpara, muchacho. Apresúrate”
“Por favor, tío. Ayúdame a salir primero de este lugar”
“No seas imbécil. Entrégame la lámpara o morirás”
Pero no había terminado de decir aquellas palabras el señor cuando el agujero misterioso se cerró por completo, dejando prisionero a Aladino en la total oscuridad. Desesperado y con miedo, el muchacho se lamentaba de su suerte cuando de pronto, agarró entre sus manos la lámpara y la acarició accidentalmente.
Al momento, apareció frente al chico una figura peculiar rodeada por una luz blanca. “Amo, soy el genio de la lámpara y tus deseos son órdenes para mí”. “¡Perfecto!” – exclamó Aladino – “Quiero regresar a casa”. De esa manera, no tardó más de un segundo para que el afortunado muchacho se encontrará junto a su madre. Por supuesto, antes de partir, se había asegurado de llenar sus bolsillos de joyas y piedras preciosas, y al llegar a casa pudo reunirse con su madre y contarle todo lo sucedido.
Con el paso del tiempo, Aladino pudo vivir cómodamente gracias a las joyas que había tomado de la cueva, pero un buen día, mientras se encontraba en el mercado de la ciudad, conoció a una hermosa joven que resultó ser la hija del Sultán. Enamorado profundamente de la belleza de la princesa, Aladino decidió frotar la lámpara una vez más para pedirle al genio que le concediera todo tipo de riquezas, carruajes finos y una legión de soldados.
Así lo hizo entonces su fiel sirviente, y esa misma tarde partió el chico rumbo al palacio para pedir la mano de la princesa en matrimonio. Por supuesto, la princesa también se enamoró de Aladino tan pronto lo vio, y de esa manera, el Sultán accedió con alegría a celebrar una boda real por todo lo alto.
Varios años después, mientras Aladino vivía felizmente con su esposa en el palacio, se acercó un buen día un mendigo a las puertas reales pidiendo limosna. La princesa, al verlo, no dudó un segundo en llevarle algo de comida y ropas. Sin embargo, lo que ella no sabía, era que aquel mendigo se trataba del tío malvado de Aladino, y su intención no era otra que la de raptar a la princesa para pedir a cambio la lámpara maravillosa.
Al enterarse de lo sucedido, Aladino tuvo una idea genial, y cuando por fin se encontró con su tío, le ofreció la lámpara a cambio de su amada esposa. Cuando la princesa se encontraba a salvo, el señor malvado frotó la lámpara para pedir que Aladino perdiera su riqueza y su felicidad, pero aquella lámpara no era mágica, sino que había sido engañado, y de esa manera los guardias lograron apresarlo y ponerlo bajo custodia para siempre.
Una vez juntos y felices, Aladino y la princesa retornaron al castillo, y vivieron el resto de sus días muy enamorados.
fuente : https://www.chiquipedia.com
autor:  Antoine Galland

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