el proceso:
-.Primero; se introduce la arena sílica (material del que se obtiene el vidrio), en unos hornos a una temperatura de 1500ºC hasta que se obtiene un líquido espeso.
-.Segundo; Este liquido espeso se vuelca en unos contenedores especiales y se deja reposar durante un periodo de 3 a 5 horas, para que se enfrie y entonces se le puede dar la forma deseada.
-.Tercero; Estos contenedores son la parte de una máquina mas grande que abre unas llaves de paso dejando salir la pasta como un chorro y unas cuchillas cortan la cantidad justa para cada canica. Para conseguir los dibujos interiores en este proceso se le inyecta pasta de vidrio coloreada con boro, plomo, aluminio, sodio, etc, etc, según el color que se quiera obtener, de modo que en el interior queda el vidrio coloreado tal y como lo conocemos.
-.Cuarto; Estas porciones caen en unas rampas metálicas que las hacen rodar en unos rodillos con surcos que dan vueltas continuamente, de modo que estos surcos y la inclinación de la rampa son los que consiguen darle la forma esférica a las canicas, (seria como lo que hacemos nosotros con las manos cuando hacemos una bola de pasta, o plastilina), en donde ademas la pasta se va enfriando hasta alcanzar su dureza habitual
.Hay quien usa variantes en este proceso de fabricación, como en lugar de hacerlos rodar llenan moldes esféricos con el vidrio liquido, o por vibración para conseguir la forma esférica en lugar de rotación, pero la explicada es la mas común.
como se hacen los lapices
Las minas de los lápices no siempre han sido como las actuales. Los antiguos egipcios, griegos y romanos usaban pequeños discos de plomo para trazar renglones en las hojas de papiro, antes de escribir en ellas con pincel y tinta. Hacia el siglo XIV, los pintores europeos utilizaban varillas de plomo, cinc o plata para hacer dibujos de tono gris pálido. En el siglo XV, el suizo Conrad Gesner, de Zurich, en su Tratado de fósiles, describió una varilla de escritura con una cubierta de madera.
En 1564 el plomo dejó de usarse para escribir, al descubrirse el grafito puro en Borrowdale, en el norte de Inglaterra. El grafito es una forma de carbón, uno de los minerales más blandos. Al presionarlo sobre el papel, se le desprenden finas escamas que dejan marcas negras. En el estado mexicano de Sonora se produce uno de los mejores grafitos para lápices: es blando y negrísimo.
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